VOCERO - 70 AÑOS

E D I T O R I A L

VOCERO NORMALISTA

educativa normalista.

70 años educando en la diversidad

LaInstitución Educativa Escuela Normal Superior Enrique Vallejo de Tierradentro -INENSEV-, está celebrando sus 70 años de vida institucional. Desde su fundación en 1953 por Monseñor Enrique Vallejo Bernal, la escuela ha sido un referente en la formación de generaciones de estudiantes en la región y en todo el país.

económicos hasta los desastres naturales. En particular,

. . . la Institución siempre ha salido adelante, gracias al esfuerzo y la dedicación de sus docentes, administrativos y estudiantes. Este espíritu de lucha y superación es una de las características más sobresalientes de la INENSEV.

A pesar de todo, la Institución siempre ha salido adelante, gracias al esfuerzo y la dedicación de sus docentes, administrativos y estudiantes. Este espíritu de lucha y superación es una de las características más sobresalientes de la INENSEV y es motivo de orgullo para todos los que han formado parte de ella.

A lo largo de los años, han sido muchas las crisis que la Institución ha tenido que enfrentar, desde los desafíos

las dos avalanchas provocadas por el Volcán Nevado del Huila, que causaron importantes daños materiales y humanos en la región, pusieron a prueba la resiliencia de la comunidad

Por supuesto, no podemos olvidar que muchos docentes y exalumnos han partido al más allá, dejando un legado imborrable en la Institución y en la sociedad en general. Su ejem-

plo y su compromiso con la educación son una fuente de inspiración para todos aquellos que hoy en día forman parte de la INENSEV.

La Institución ofrece una educación de calidad, que se refleja en los numerosos egresados que se encuentran a lo largo y ancho del país, y en algunos casos, en el extranjero. La formación integral que se imparte en la escuela es sin duda uno de los factores que han contribuido a este éxito, así como el compromiso constante de la comunidad educativa por mejorar y actualizar sus métodos y programas de estudio.

Uno de los pilares más fuertes de la institución es su Programa de Formación Complementaria, que ha permitido a los estudiantes adquirir conocimientos y habilidades adicionales que les permiten competir en el mercado laboral y enfrentar los desafíos del mundo actual. Este programa, que se ha ido adaptando a las necesidades de los estudiantes y del entorno, es un ejemplo de la capacidad de la Escuela Normal Superior Enrique Vallejo para innovar y adaptarse a los cambios.

En resumen, las Bodas de Titanio de la Normal son motivo de celebración y reconocimiento para una institución que ha formado y sigue formando a generaciones de estudiantes comprometidos con la educación y el

MONS. ENRIQUE ALEJANDRO VALLEJO BERNAL, fundador de la INENSEV / Foto Sergio Correa

desarrollo de la sociedad. Desde esta tribuna, queremos expresar nuestro agradecimiento y reconocimiento a todos aquellos que han hecho posible que la Escuela Normal Superior “Enrique Vallejo” siga siendo un referente de la educación en Colombia”.

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“El mejor sabor de Páez”

Haciendo memoria

La Normal que yo recuerdo

Le hemos pedido a ocho egresados de nuestra Institución que nos compartan los recuerdos que tienen de su paso por la Normal. Ellos con gusto han respondido a nuestra solicitud y aquí les presentamos sus escritos. A ellos, muchas gracias por su dedicación; y a ustedes, lectores, esperamos se diviertan en este recorrido por estos 70 años de historia de la INENSEV. ¡Bienvenidos!

Década del 50 “Gratitud enorme por la Institución que me formó”

Por Flor Escilda Palomino Sáenz - Primera promoción / 1957

En el año 1953, superada la violencia bipartidista que enfrentó el país, nuestro Municipio no fue ajeno, pero se aprovechó la ocasión por líderes cívicos, militares y religiosos, entre ellos Monseñor Enrique Vallejo Bernal, Prefecto Apostólico de Tierradentro de la época, para gestionar y lograr la aprobación de la Institución Educativa Escuela Normal Nacional “Margarita Naseau”, como inicialmente fue bautizada, que albergaba a estudiantes únicamente mujeres, recuerdo que las primeras fueron procedentes de la Costa Atlántica, la Guajira, Bogotá, Boyacá, Huila, etc. y unas pocas de la zona.

La vocación que fue y que hoy se conserva, es la de formar maestros, iniciativa que fue bien recibida por toda la comunidad y permitió que fuera preferida por mujeres estudiantes de diferentes partes del país, quienes obtenido su título servían en sus lugares de procedencia.

La Institución inicialmente funciono en

el espacio físico donde hoy funciona la galería municipal y los locales contiguos del Vicariato Apostólico de Tierradentro; la gran mayoría de estudiantes se albergaron en un internado, que fue administrado por las hermanas vicentinas, con el rigor y valores propios de ellas, las internas solamente iban a sus casas a visitar sus familias en época de vacaciones.

El horario de clases era de 8:00 a.m. a

12:00 m. y 2:00 p.m a 6:00 p.m., donde se realizaban diferentes actividades. tanto formativas como de emprendimiento para la vida y éramos formadas con un sentido de responsabilidad muy estricto, bajo principios morales y éticos, acordes a lo impartido por los sacerdotes y religiosas vicentinas.

Las rectoras fueron doña Ana de Ordóñez, sor Hortensia Hernández, de origen cubano quien dirigió la Normal durante mucho tiempo, y seguidamente la hermana Mercedes Sánchez.

El cuerpo de profesores que contribuyó en nuestra formación fue: el reverendo padre Rogelio Rodríguez, profesor de Religión; el padre Félix María Ortiz, sacerdote vicentino quien daba clases de Música y de Canto; sor Elena Alzate; profesoras Margoth y Cecilia Trujillo, de La Plata, Huila; Olga Geney Morales de la Costa; y el doctor William Saldarriaga, médico del Ejército, quien nos daba clases de salud.

La Escuela Normal de Belalcázar realizaba actividades, entre ellas, la Semana Cultural donde se celebraba el famoso Reinado de las Misiones, cuyo fin era recolectar dinero para enviarlo a los pobres por intermedio del Prefecto Apostólico de Tierradentro. El ramillete de reinas de la Normal que recuerdo entre muchas otras, fueron: Socorro Rodríguez Guerrero y Nohemy Embús Palomino; era ganadora la candidata que recogiera ms dinero.

La primera promoción de maestras se graduó en el año 1957, siendo rectora sor Hortensia Hernández. El acto de grado fue realizado en el lote donde actualmente se encuentra la galería municipal en Belalcázar y para ello fue construida una tarima en madera, el acto fue amenizado por la banda de la Policía. Nos graduamos 17 alumnas, que conformaríamos la primera promoción y que fuimos enviadas a las diferentes escuelas del municipio de Páez a impartir la educación recibida en la Normal.

Inicialmente fui enviada como directora a la escuela de Cuetando y luego a Belalcázar en el jardín infantil; mi hermana Elcira Palomino, fue enviada a Guadualejo, de las demás compañeras, no me acuerdo exactamente en estos momentos los sitios de envío, pero recuerdo fueron enviadas algunas a Belalcázar a la Escuela Urbana y otras a varias comunidades. Las 17 estudiantes fuimos:

1. Teresa de Jesús Andrade N.

2. Rosaura Andrade Perdomo.

3. Imelda Andrade Yuste

4. Gloria Bermeo Rivera.

5. Clementina Castillo Sando.

6. Mary Cantillo Perdomo.

7. Waldina Cárdenas Tejada.

8. Rosa Inés Caicedo Rivera.

9. Carmen Delgado Sierra.

10. Alba Ilia Dorado Losada.

11. Gloria Falla Falla.

12. Hilda Falla Rivera.

13. Gilma Narváez Cometa.

14. Hermila Ortiz Bemeo.

15. María Elcira Palomino Sáenz.

16. Flor Escilda Palomino Sáenz.

17. Maria Lilia Vargas Jiménez.

De ellas solo tengo conocimiento de que vive Teresa de Jesús Andrade, de las demás no sé nada.

Mi gratitud es enorme por la Institución que me formó para docente, a pesar de que mi tiempo en la docencia fue muy corto porque me casé y me dediqué a mi hogar. Llevo en mi corazón esta bonita experiencia y a veces cuando voy a Páez me encuentro a mis alumnos que me recuerdan con cariño todavía. 

Década del 60

“Recuerdos de un fugaz vivir que se talló en mi alma”

Siempre he tenido la palabra precisa y para el momento indicado y más aún cuando se trata de recurrir a los más hermosos y gratos recuerdos de mi vida a partir de los 13 años y cuando por obra de Dios, de la vida y de mi amado tío, el sacerdote misionero Félix María Ortiz, quien nos condujo a mis hermanas Aura, luego Mariana y en 1963 a mí, al lugar más hermoso y cálido, para mí “El segundo hogar”: la Normal para Señoritas “Margarita Nasseau” de Belalcázar, Cauca en Tierradentro, regentada por las Hermanitas Misioneras Vicentinas.

ESTUDIANTES DE LA DÉCADA DEL 60 POSAN EN EL PARQUECITO CENTRAL junto a Mons. Vallejo /

Tan sólo al solicitarme algo acerca de este paradisíaco lugar y región en donde quedaron mis alocados pasos de niña traviesa e indagadora, siempre inmersa en cuanta actividad allí existía, mis neuronas, pensamientos y aventuras son revividas y es mi mano que sutil pero alborozada y nostálgicamente se desliza por estas páginas. Allí me maravillé de todo cuanto encontré en actividades, no recuerdo haber pedido permiso para “ser yo misma”, participando en ellas y creo que, dada mi personalidad y gustos, hallé en ese bullir de interacciones, la mejor forma de desfogar mi espíritu.

De ella recuerdo Los Coros que bajo la dirección de mi tío Félix, nos llevaron a todas quienes a ellos pertenecimos, a sentirnos

angelicales por la majestuosidad con que nuestras participaciones se realizaban e hice parte de un selecto grupo de chiquillas “Los Monaguillos” con nuestros trajes de terciopelo rojo carmesí que se complementaban con una bata de blancura nívea y adornada con finos encajes; cantábamos “El Ave María” “Los Ángelus” y toda melodía que el director de la misma nos enseñaba con gran pasión y maestría. Nos presentábamos en cada conmemoración de importancia, festividades religiosas, efemérides, izadas de bandera, cumpleaños de Mons. Enrique Vallejo o de la madre superiora Sor Hortensia Hernández Valdepares.

Nuestra sensibilidad iba en aumento porque además en la Normal se había creado el Centro Literario dirigido por nuestra insigne maestra Bertha Rosero quien nos dictaba

Inglés, Español y Literatura. Ella, con su pequeña y frágil figura, pero con una dulce voz e inmensa alma de Maestra, nos condujo con exigencia y amor por los caminos de la poesía, nos convertimos en “declamadoras” que expresábamos con gran sentimiento que llevaba hasta el llanto, muchos poemas como “El dulce milagro” de la poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou; “Los camellos”, de Guillermo Valencia; “Nocturno”, de José Asunción Silva; “El amor de los cisnes”, “El sueño de las escalinatas”, de Jorge Zalamea, poeta colombiano, que cuando las ejecutábamos arrancaban lágrimas de emoción y regocijo; “El duelo del mayoral”. Aprendimos con ellos la prosa, la lírica y mucho más que ya casi no recuerdo.

Con nuestras presentaciones hacíamos las delicias de los asistentes, ganábamos sencillos premios, calificaciones, el reconocimiento de la comunidad normalista y de las personas invitadas del pueblo, autoridades militares. En los centros literarios, se convocaba a reuniones, se levantaban actas que luego eran leídas antes de iniciar las próximas y siempre en nuestros paseos y caminatas, cantábamos música colombiana y cubana de varios géneros. Fuimos muchas las niñas convocadas a pertenecer en estas actividades literarias y recuerdo que fue Juanita Rengifo, una de mis compañeras de salón, la presidente de estos; nos destacamos por ser muy románticas, pues fue gracias a nuestra juventud y a las potencialidades que en aquella Normal nuestros amados maestros descubrieron en nosotras y nos estimularon a desarrollar, que nos fuimos formando como verdaderas futuras Maestras.

Con nuestras presentaciones hacíamos las delicias de los asistentes, ganábamos sencillos premios, calificaciones, el reconocimiento de la comunidad normalista y de las personas invitadas del pueblo, autoridades militares.

de nuestra profesora de Sociales Soledad Mier Benítez, una samaria muy elegante, quien nos inspiraba al conocimiento de nuestro país y del mundo, paseándose magistralmente por el salón con el globo terráqueo en una mano e indicando con la tiza en la otra, las ubicaciones de los países, su posición geográfica, su historia, política, agricultura, economía y demás, alentó en todos los cursos la necesidad de crear la Academia de Historia que fue un hito en la Normal. También sus logros eran demostrados para efemérides, izadas de bandera, presentaciones que se realizaban a partir de noticias o acontecimientos tanto nacionales como internacionales ante toda la comunidad con el beneplácito de todos quienes participábamos -actores y espectadores-. Se institucionalizó un himno cuya parte recuerdo: “La Academia de Historia se ha formado / para los hechos de la Patria revivir / y valorar el triunfo que alcanzado, / de los héroes hoy hemos de vivir”. Mariana, mi hermanita, fue nombrada como presidente de esta singular academia, creo que hasta cuando ella se graduó.

Con su dulzura y gran paciencia, Sor Cecilia Cabrera nos preparaba para obras de teatro, las cuales estudiábamos juiciosamente pues era una promesa desde sus inicios, que las niñas que a ellas se sumaran, debíamos permanecer porque según ella, nos prepararíamos bien para que las presentaciones fueran de gran calidad, esta especial monjita nos confeccionaba en su máquina de coser marca Singer, los disfraces y atuendos a usar para cada presentación.

También inicialmente, y bajo la dirección

Por aquellos hermosos y fructíferos tiempos y, dado que nuestras monjitas vicentinas eran misioneras, se celebraron reinados de

belleza y de simpatía, en uno de los cuales fui elegida Reina de las Misiones; para recolectar fondos también se realizaban en el parque de Belalcázar las llamadas “Pescas Milagrosas” en dode vendíamos de todo. Para esas mismas fechas, la Normal ganó el Premio Nacional de Las Misiones para lo cual un selecto grupo de normalistas fue enviado en comisión a Bogotá pues el Nuncio Apostólico del Papa venía desde Roma. Fue elegida por Sor Hortensia mi hermanita Mariana quien escribió el discurso para tan importante ocasión y fue ella quien a su vez recibió la banda de Las Misiones por parte del Nuncio.

La señorita Aurita Castaño era la profesora enérgica pero cariñosa de las clases de Educación Física y organizaba unas revistas y justas deportivas en las que participábamos, destacándose muchas niñas en el deporte del Softball como Juanita Rengifo; y en baloncesto recuerdo mucho ver a Sor Miriam Acevedo, la bellísima y espigada mujer santandereana, ejecutar las mejores jugadas.

El inmenso amor, la devoción y el respeto por nuestra virgencita de la Medalla Milagrosa, llevó a nuestro inolvidable profesor de Técnicas Agropecuarias, Manuel Motta, a alentar a las estudiantes del curso de Marianita, a transportar desde el río las enormes piedras con las cuales construyeron la gruta de la Amada Señora, lugar de visita ineludible por parte de toda la comunidad.

Presento disculpas por no mencionar a muchas normalistas y otros personajes que

hicieron parte y fueron fundamentales en este recuento, pues temo equivocarme demasiado. De veras que en mi vertiginosa y alocada carrera por la Normal y, muy a pesar de haber participado en muchas de estas actividades, es precisamente ahora que lo escribo, que soy realmente consciente de todo ese cúmulo interminable y congregador de actividades que nos permitieron ser los seres humanos que nuestra Normal de Señoritas

“Margarita Nasseau”, buscó dejar en cada una de nosotras.

Por todo lo anterior que expreso, mi Normal, como la llamo con cariño, regentada, guiada y apoyada por las Hermanitas Vicentinas, por los sacerdotes también nuestros maestros, y por todos aquellos profesores que tuvimos la dicha de conocer y que quisieron dejar en todas nosotras mucho de sí y no sólo de conocimientos sino de sus corazones, se quedó “tallada en mi alma y para siempre” 

Década del 70 Mis memorias

“La gratitud se da cuando la memoria se almacena en el corazón y no en la mente” (Lionel Hampton).

en primer lugar a Dios por poner en mi camino a personas maravillosas como al sacerdote Fernando Monje Casanova, quien era el puente entre la Normal y las familias para obtener los cupos educativos, a mis padres al igual que mis hermanos por apoyarme, a la Normal por abrir sus puertas para mi formación, a los maestros y maestras que con sus enseñanzas forjaron mis aprendizajes, a mis compañeras por brindarme amistad y cariño constante.

Agradecer

Llegué por primera vez en febrero de 1969; mi impresión inicial fue un poco traumática; acostumbrada a las llanuras y al clima cálido de mi tierra yaguareña, contrastaba con las imponentes montañas que la rodeaban acompañadas de las brisas frías provenientes del Nevado del Huila y el arrullo eterno de la corriente del río Páez.

Poco a poco fui encajando en el grado 1ºA de bachillerato; con mis compañeras compartía el salón y las actividades curriculares ya que año y medio viví externa donde la familia López López, quienes me acogieron con aprecio haciéndome sentir como alguien más de la familia. A mediados de 1970 ingresé interna debido a que obtuve una beca Nacional.

De la parte física de la Normal destaco su construcción en piedra, imponente de una belleza y organización increíbles, confortable, acogedora y amplia, se notaba el exquisito gusto de quienes la diseñaron, con amplios

salones, dormitorios, comedor, patios, corredores, la capilla, jardines donde se respiraba paz, tranquilidad y una sensible devoción a la Santísima Virgen representada en la gruta de la avenida; paz que a veces se veía interrumpida por las risas de alegría ante algún acontecimiento. Allí compartimos vivencias las casi cuatrocientas estudiantes provenientes de todos los puntos cardinales de Colombia. En general éramos jóvenes alegres, divertidas, con anhelos, aspiraciones y vocación de servicio.

La Normal, sin lugar a dudas fue mi favorito y segundo hogar, allí cimenté los valores inculcados por mis padres, reforcé las enseñanzas de mi madre respecto al aseo, el orden y la responsabilidad, porque además de docentes y administradoras, las hermanas para mí fueron como una colmena, nos dieron ejemplo de laboriosidad, emprendimiento, basadas en princi-

pios éticos y morales a la luz de sus fundadores San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Destaco a Sor Hortencia Hernández, estricta, querida y apreciada en toda la región, Sor Lorenza Naranjo, quien nos graduó y nos enseñó las bases de la física, Sor Graciela Rodríguez, directora de la Anexa y coordinadora de práctica, Sor Soledad Bedoya, Sor Amalia, Sor Cecilia y el costurero, sor Elena y la Biblioteca, Sor Cristina y la enfermería y muchas más que no olvido, pero me haría extensa al mencionar. Qué decir de mis maestros: Alberto Jaramillo y sus magistrales clases de Geografía, como pocos nos hacía conocer el mundo con la imaginación; Julia Muñoz, narraba la Historia de Colombia y el mundo con tanta propiedad, imposible de olvidar; Manuel Clodomiro Motta, nos enseñaba sobre la naturaleza y la vida con las prácticas agrícolas y pecuarias, a él debo mi profundización en Ciencias Naturales; Rubiela Bedoya, bella, con una cálida sonrisa impartía el inglés de manera dulce y sencilla; Marina Erazo, qué manera de enseñar las Matemáticas; José Ignacio Chacón, sencillo y amable, y siendo sincera poco le entendía. Llegan a mi memoria los docentes consejeros de la Anexa, la escuela de varones y las sedes rurales, a ellos gracias por los aportes y correcciones. No puedo dejar de nombrar a Concha, la famosa ama de la cocina; a Donato, el celador con su escopeta; a Pacho Penagos, el de los mandados; a Fabiola Ortiz, la modista y portera, no nos dejaba pisar ni un centímetro fuera del portón; a don Mario López, el conductor de los vehículos de la Normal, siempre amable

y atento. Recuerdo con tristeza, el lamentable accidente donde perdieron la vida Sor Encarnación y Sor María.

“Es muy triste olvidar a un amigo. No todos han tenido un amigo” (frase del Principito) y las mías han sido lo mejor.

Abro un pequeño espacio para referirme a mis compañeras, mis amigas, mi familia de corazón. Tuvimos un grupo unido con el liderazgo de Hilduara Barrios, quien dirigía los teatros y era una experta para la oratoria, Oidalix Méndez nos representaba en todos los concursos de cantos. Llegamos de distintos departamentos, la mayoría del Cauca y Huila, pero también del Tolima, Valle, Boyacá y Risaralda. Iniciamos como A y B, pero nos fusionaron en 5º. Bto o Primer Ciclo Profesional . Como grupo unido nos reuníamos los sábados en la tarde, luego de ordenar el dormitorio para dedicarnos a la belleza personal, que incluía manicure, pedicure, corte, peinado y depilación de cejas. El corte de pelo lo hacía Constanza Manrique, una niña de Campoalegre conocedora de ese oficio, yo me desempeñaba en la depilación de cejas, lo demás lo hacíamos entre todas. Luego de tanta belleza y glamour esperábamos ansiosas el inicio de la rumba donde la mayoría eran expertas en pisar baldosa.

Hace 54 años iniciamos el camino hacia la profesionalización, fuimos 58 graduandas el 29 de noviembre de 1974 y hoy seguimos siendo una familia, unida en el amor, la confianza, la solidaridad y la hermandad. “AMIGAS POR SIEMPRE” o como dice Isabel Puentes: “Somos MODELO 74”. 

Década del 80

Me enseñaron la profesión más bella: “Ser docente”

Por: Mary Yolima Castro Arias - Promoción :1987 Docente Colegio Académico Mixto de Inzá

Recordar

es uno de los tantos regalos que tenemos los seres humanos, no importan los años, allí permanecen para no dejarnos olvidar momentos vividos, sean buenos, malos, tristes o alegres.

Llega a mi memoria la imagen de mi padre cuando nos compartió la noticia a mi hermana y a mí que iríamos a estudiar como internas a la Normal de Belalcázar; no se imaginan la alegría que sentí de solo pensar en iniciar una nueva aventura, eran nuevos amigos y amigas, nuevos docentes, nuevo todo; mi corazón me decía que era algo que iba a cambiar mi vida y así fue.

En febrero del año 1982 salimos de Inzá rumbo a Belalcázar y disfrute cada lugar, cada paisaje y por fin llegamos; entrar por ese gran portón y recibir el primer saludo del portero Aureliano (qepd) y quien nos guio hacia el bloque de la rectoría, secretaría, allí nos matricularon, conocimos a la rectora Sor Lorenza Naranjo y a su secretaria, luego pasamos al internado, subir esas gradas y entrar al salón de estudios o al famoso “hol de estudio” ya mi corazón latía más rápido, recuerdo que fue Sor Graciela

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quién nos recibió y le permitió a mi madre entrar y dejarnos instaladas en el internado. Ya sola, en tan grande Institución empezó mi aventura, esa tarde fue bastante movida porque ya había muchas internas que llevaban años y claro era fácil para ellas iniciar ese año y las nuevas éramos muy pocas, pero eso nos permitió comenzar a buscarnos y lo que sí pude entender era que había muchas

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niñas del Huila y era fácil identificarlas por su acento, alegría y por su idiosincrasia; esa noche caí rendida, las hermanas vicentinas nos reunieron en el “hol” y nos dieron todas las indicaciones, desde que nos levantábamos hasta que nos acostábamos, fueron muchas cosas, pero siendo sincera no retuve nada, igual sabía que con el transcurso de los días lo entendería, pero lo que no había dimensionado era lo que me esperaba al otro día, el resto del año y de los años de estadía en la Normal.

Tuve la fortuna de pasar por todos los salones, por sus pasillos, el laboratorio, su capilla, la Anexa, el salón de talleres, su biblioteca, mapoteca, el cafetín y la cancha; pero, definitivamente el lugar predilecto era la Virgen, era nuestra zona de confort, allí nadie nos veía, y por supuesto, era el lugar donde deleitábamos nuestros mecatos y el lugar donde nos contábamos nuestras cosas, allí lloramos, reímos, pero también era el lugar donde planeábamos nuestro itinerario para la salida los Domingos a la iglesia del pueblo; eso sí era muy anhelado por nosotras las internas y el sábado era tarea mirar y escoger qué nos íbamos a poner porque debíamos lucir nuestros mejores vestidos, claro que siendo sincera las niñas de La Plata y Campoalegre siempre nos superaron en moda.

Son tantos los recuerdo, pero los que definitivamente no podría olvidar son nuestras prácticas pedagógicas en la Anexa, en la Escuela de Varones, Avirama y la Escuela Piloto del Potrero del Barro.

por supuesto no había vigilancia de las hermanas religiosas o de la señorita Aura Castaño quien era bastante elegante y muy brava con sus llamados de atención como: “A ver ustedes cabezas de gallina” o “Cerebros de gallina”, y también era feliz llamando por los apellidos como en el caso de nosotras: “A ver las Castro”, era por eso que aprendimos a evitar encontrarnos con ella.

Pero, definitivamente lo más importante no era nuestra presencia en la misa sino las horas que nos daban el domingo después de ella, porque podíamos ir a la famosa heladería Regina o simplemente a recorrer las calles de Belalcázar con nuestros amigos y

Son tantos los recuerdos, pero los que definitivamente no podría olvidar son nuestras prácticas pedagógicas en la Anexa, en la Escuela de Varones, Avirama y la Escuela Piloto del Potrero del Barro, esta última era todo un desafío pues nuestro profesor de Práctica Gabriel, dividió al grupo en dos para trabajar y poder entender, según él, la nueva propuesta del Ministerio de Educación con la famosa Escuela Nueva, pero lo más interesante era llegar y bajar de allá, todos los miércoles debíamos empezar el recorrido subiendo a ese lugar de tierra colorada,

parecía que íbamos para el cielo, al medio día debíamos estar en nuestras casas porque a la 1:30 p.m. ya iniciábamos la jornada de la tarde, pero en una ocasión que terminamos la Práctica y ya veníamos bajando los veinte… y algo que hacíamos parte del grupo se nos ocurrió jugar a que éramos militantes en la zona y cada uno contaba con un maletín en la espalda, vestidos de ropa particular, solo faltaba era simular con palos nuestras armas y nos tiramos al suelo, el comandante era Adriano Arias y de allí en adelante resultaron todas las jerarquías de la comandancia y empezamos a arrastrarnos por el monte y pasar cuanto alambre encontrábamos y por casualidad llegamos a una quebrada y ya cansados nos quedamos sentados tomando aire y esperando retomar la travesía, pero qué susto nos llevamos cuando de verdad nos vimos rodeados del Ejército quienes nos bajaron directo a la Normal y pues como era de esperarse, llamaron a los papás para hacernos el llamado de atención porque para esa época ya había presencia de grupos al margen de la ley y nos habían podido confundir. El otro grupo también tuvo su aven-

tura, pero claro a alguien se le ocurrió la gran idea de bajar la loma pero colocando cartones o cualquier cosa que sirviera para amortiguar la bajada, pero con tan mala suerte que nuestra amiga a compañera Yaneth Ossa (q.e.p.d) se tiró y fue tanta la velocidad al bajar que se desvió y se fracturó una pierna, los demás compañeros debieron improvisar una camilla para poderla bajar y llevarla al hospital, pues créame que para este grupo fue mucho más duro el regaño, pero con todo y eso continuamos haciendo nuestras travesuras en cada una de las escuelas donde nos tocó hacer la Práctica Pedagógica. Sólo estuvimos un año como internas, porque mi hermano Róbinson también empezaría sus estudios en la Normal, de allí en adelante estuvimos en varias residencias y empezamos en la casa del señor Aureliano (q.e.p.d) y terminamos en la casa de la señora Mariela Vargas (q.e.p.d), fueron varios lugares que nos permitieron disfrutar de personas que nos abrieron las puestas de sus hogares y que nos trataron con mucho cariño y respeto, haciéndonos conocer la calidez humana que tienen las familias de este hermoso municipio.

Son tantas las cosas que quisiera compartir con ustedes, definitivamente terminaría escribiendo un libro. Solo me queda darles las gracias a todas las personas oriundas de este municipio que hicieron parte de cada una de las aventuras vividas, a mis profesores, directivas, administrativos y a mis compañeros de grado Promoción 31 del año 1987, quienes dejaron una huella imborrable en mi vida, y a mi bella Normal porque me enseñaron la profesión más bella: “Ser Docente”. 

Década del 90 De estudiante a docente normalista

Minombre: Melba Isabel Castaño Urbano, oriunda de las tierras huilenses, pero paez de corazón; en la época del ochenta a esta tierra llegaron mis padres en 1984 y se radicaron en el barrio San Fernando muy cerca de la vivienda de la profesora Zoila Molina, quien desde que yo tenía tres años y medio me llevaba a compartir en las actividades del preescolar como asistente cuando eran días de celebraciones especiales. Al año siguiente ya ingresé en la Escuela Anexa a la Normal como estudiante, aunque era muy pequeñita las ganas de entrar a estudiar eran gigantes. Recuerdo con gran aprecio a mis profes: en preescolar, Zoila Molina; en primero, Elizabeth Palomino; en segundo, Nidia Burgos, con sus canciones como “Viva la gente”, la poesía “El renacuajo paseador” y cómo olvidar esos hermosos cuadros que hacíamos con semillas; en cuarto, Diego Enríquez de quien recuerdo los campeonatos de ajedrez; y en quinto, las profes Aura Nelcy Vargas y Aminta Roa.

Cuando ya inicié la secundaria mi directora de sexto fue Sor Zoraida Quiroga; recuerdo esos pasillos que al fondo tenían una reja y que en el descanso era una diversión estar empujando a los compañeros; recuerdo los grandes espacios libres con los que contaba la antigua sede en el barrio El Jardín, el pasillo de la biblioteca donde nos acostábamos boca abajo a realizar carteleras o trabajos en grupos; cómo no recordar también a la señorita Doris Collo que nos atendía en la biblioteca, a la coordinadora Sor Graciela Rodríguez; de los profes, Olivia que daba Sociales y sus

exigencias en los mapas; Yesid Collazos de matemáticas y su lema en las evaluaciones: “Yo solo sé, que nada sé, y lo que sabía se me olvido”; también vienen a mi mente los campeonatos de microfútbol y básquetbol que se hacían y las barras de los equipos ubicadas en las graderías con penachos y porras; y el quiosco del profe Sofanor Argüello al que las chicas no podían entrar sino se llevaban la falda, y los chicos el sombrero y la pañoleta. Otros gratos recuerdos son las semanas culturales, el grupo de danzas al que siempre pertenecí, el taller de Sor Carmen Corva donde recibíamos las clases de Dibujo, y cómo olvidar los deliciosos aborrajados, las hojaldras y las papas chorreadas que vendían en El Cafetín.

Otros gratos recuerdos son las semanas culturales, el grupo de danzas al que siempre pertenecí, el taller de Sor Carmen Corva donde recibíamos las clases de Dibujo, y cómo olvidar los deliciosos aborrajados, las hojaldras y las papas. . .

De los administrativos que estaban en esa época recuerdo a Rubiela Ossa, Matilde Valencia, Aureliano Ceballos, Reinel Orozco, Dora Rocha, Ligia Orozco, Saturia y María Medina, Evangelina Chávez, Omaira Trujillo, Doris Collo, Lola Quintero, Sor Elsa, María Luisa González, Francisco Penagos, Arnulfo Andrade, Alfonso Valencia. . . Y llegó la hora de iniciar la Practica Pedagógica en el grado octavo. Muy entusiasmados, pero con muchísimo miedo, comenzamos muy chiquitos a hacer nuestros primeros pinitos en la docencia, con la profe Luz Elly Valencia, nos llevaban a la Escuela Urbana a dar clase dos horas, en este año

En la tarde del día 6 de junio de 1994, en clase de Educación Física, la profesora Victoria Montero nos puso a escoger entre dos recorridos para ir a trotar: el primero era

bajar hasta Coquiyó y luego atravesarnos hasta San Miguel para regresarnos por el puente de El Sillón, y el segundo, ir hasta la escuela de El Potrero del Barro a cargar piedra para un muro que necesitaban hacer; como buenos practicantes y amor por la labor educativa, decidimos ir a la escuela a aportar nuestro granito de arena, y estando allá vivimos ese terrible momento al sentir el terremoto y muy asustados comenzamos a descender y en el camino nos encontrábamos con desprendimientos de tierra y grietas, pero no fueron impedimento para correr tan rápido que no nos demoramos casi nada en bajar; no sabíamos si correr a sacar nuestros bolsos que habían quedado en el salón o correr hacia el parque. En ese momento todo el mundo corría muy asustado, yo decidí ir en busca de mi familia y salimos hacia La Mesa de Belalcázar, en la mitad del camino vimos cómo la avalancha se llevó parte de nuestra querida Normal, incluidos nuestros salones de clase con nuestras pertenencias, también desapareció el comedor de las internas, mapoteca, comunidad que era donde vivían las hermanas vicentinas, la huerta, la perrera, el kiosco de danzas, las canchas.

Después de un tiempo se iniciaron las clases en la galería, en casas de familia, en los salones comunales y en la casa cural; muchos profesores no regresaron por miedo. Después de unos meses se hizo limpieza de los residuos de la avalancha y se destaparon las calles y el patio central donde se hacían las formaciones y se retornó a las clases en la Institución.

De las últimas promociones de bachilleres que desarrollaron Práctica Pedagógicas desde octavo hasta undécimo fuimos nosotros y también somos el primer grupo que ya no recibió el título de MAESTRO BACHILLER, porque en ese año 1997 se comenzó a recibir el título de BACHILLER ACADEMICO con profundización en Educación, somos la promoción 41.

Después de dos años regreso a la Normal a iniciar el Ciclo Complementario. Mis profesores: Fabián Escobar, Fabiola López, Omar Osorio, Luz Elly Valencia, Aura Nelcy Vargas y Rosario Arcos; realizo prácticas pedagógicas no solo en la primaria de la Normal sino también en comunidades como Vitoncó, Montecruz, Tálaga, Cuetando, Caloto, Coquiyó, Guadualejo, El

Carmen del Salado, San Antonio y el Potrero del Barro.

El 16 de noviembre del 2001 me graduó como NORMALISTA SUPERIOR en la primera promoción. Luego, gracias a los consejos y a la motivación de Sor María Odilia Perdomo ingreso a la Universidad del Cauca para terminar la Licenciatura en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, a través del convenio interinstitucional; ella siempre muy pendiente, preguntando a mis maestros por mi desempeño para saber cómo estaba representando a la Normal, a Páez. Y es así como en el año 2005 finalizo mi carrera universitaria. Luego de mi preparación como profesional regreso a esta hermosa Institución a laborar como docente contratada en el año 2006 y un año después fui nombrada a través de concurso docente y hasta la actualidad sigo aquí, cumpliendo el lema institucional: ID y EDUCAD.

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Década del 2000

Rememorando mí paso por la Normal

Enocasiones como estas, mi corazón atenúa su palpitar, invadido de un sin número de recuerdos indelebles, que hoy por hoy hacen parte de los momentos más hermosos de mi vida, momentos que quedaron grabados en mi mente, corazón y piel, transportándome en mi suvenir a cada uno de los espacios que compartí en mi querida Normal; y es que ¡cómo no hacerlo! Cómo no agotar elogios, poemas, piropos en su cumpleaños número 70, memorar lo que para los de afuera son solo números, pero, que, para nosotros, los propios, es decir sus hijos, son un paso a paso de una enorme resiliencia, que representa el esfuerzo y la lucha de generaciones, la constancia, permanencia y adaptabilidad.

Aún recuerdo el primer día de clases, ese cuando mis padres me dejaron a como yo lo vi, abandonada en la puerta de un salón, sin saber aún con ese sentimiento de susto y timidez, que estaba parada frente a lo que se convertiría en una familia que hoy se llama prom 53, me quedé ubicada en la parte de atrás porque no conocía a ninguno de esos extraños, es decir mis compañeros; Karla Perdomo, Marcela Escobar, Kelly Gutiérrez, Liney Arcila, Pedro Castaño, Santiago Castañeda, Angie Liyen Embus, Jorge Luis Escobar, Andrea, Aldemar Zamudio, Yuberli, Ximena, Sálchud Mosquera, Elizabeth Muñoz, Johan Bolaños, Danyeli Ocampo, Willinton Ortiz, Daniel Osorio, Neidy, Héctor, Angélica Vivas, Lina Pito, Patricia, Jhon

Carlos, Yeison Rocha, Sebastián Vanegas, Dianid Tenorio, Zulma Valencia, Alejandra Velasco, Albert, Andrés Felipe Narváez, Miledy Muñoz, Magda Quiguanás, Léider Embús, Darío Isaza, Briyid Cristina, Viviana, Mauren Espinosa, Jorge Espinosa, Rocío Embús, Uriel, Johana Víquez, Jorge Iván Lito, Ana Campo, Sofi, Pablo Emilio Vargas, Frank Sáenz, Robertino Vargas, Angie Liney Ríos, Kemil, Nury, Alexandra, esos extraños que nunca imaginé que al transcurrir el tiempo se convertirían en los momentos más maravillosos de mi niñez y adolescencia.

Cómo no recordar a esos grupos de compañeros que alegraron o enojaron momentos de nuestras vidas, a los más cansones, chistosos, los más tímidos, alcahuetas, coquetos, amargados, hasta con quienes tuvimos más que una amistad y a los que actualmente hacen parte de mi vida con los que se logró formar un lazo muy fuerte de amistad. Entre los muchos compañeros que compartieron

conmigo. De igual manera recuerdo a esos docentes o los “ticher”, como decía Marielita, que nos alegraban la jornada escolar, y a esos que no lo hacían mucho, a los que nos regañaban, los que nos aconsejaban, los que nos tenían paciencia y hasta que todos no lo hiciéramos bien no se sentían satisfechos; en general, a todos quienes fueron mis docentes les guardo un gran aprecio por todas esas enseñanzas que me dejaron. Entre los docentes que recuerdo están: Nidia Burgos, Mariela Embús, Rosa Pencue, Viviana Orozco, Efraín Gutiérrez, Reinelda Valencia, Carmiña Velasco, Juan Elí

Palomino, Omar Osorio, Mery Fernández, Fabián, sor Rosa

Mery, María Nibey, Wilson Muñoz, Patricia Montero, Sor Carmen, Sofanor Argüello, Victoria Montero, Manuel J. Escobar, Nora Caicedo, Jesús Orlando Chilito, Jesús A. Ñañez, Fabiola López, Adela Mulcué, Etna Rut Achipiz, Rodrigo Palomino, entre otros tantos a los cuales les agradezco infinitamente sus enseñanzas que fueron de gran utilidad en mi paso como docente; y sí, sí tenían razón cuando decían: “Estos muchachos nos sacan canas verdes” o “Huy virgen santijima” como el profe Nacho.

hasta el grado décimo, hasta esa noche de terror cuando la naturaleza nos quitó nuestro pedacito de felicidad. Por eso el grado undécimo, lo cursé en las nuevas instalaciones que se venían construyendo para la época en Gualcán.

Recuerdo que nos tocó ayudar a desmantelar la antigua Normal rescatando parte de cielorraso, techos, ventanas, puertas, tableros, y lo que nos pudiera servir para adecuar los nuevos salones y oficinas; era bastante triste recorrer las ruinas y tener que verme graduándome en un lugar diferente a esa hermosa capilla de piedra a la que siempre había soñado entrando del brazo de mis padres.

Todos esos recuerdos que nos estremecen e invaden son suficientes para no dejar de sentir la más grande gratitud por toda la formación académica y personal que siempre nos brindaron nuestros queridos docentes,

Recuerdo también que muchas veces me despertaba con pereza y sin ganas de ir a estudiar, pero hoy quisiera devolver el tiempo y transportarme a muchos de esos días y revivirlos como debería haberlos vivido; o mejor aún, si pudiera detener el tiempo no dudaría en quedarme eternamente en esos momentos y lugares, con esas personas tan especiales que buscaron siempre lo mejor para nosotros.

Mi paso por la Normal ha sido una de las experiencias más gratificantes, pertenezco a la promoción 53 del año 2009, la primera promoción de graduados en las nuevas instalaciones ubicadas en Gualcán, después de pasar por un año bastante triste como lo fue el 2008, al haber perdido las instalaciones de la Normal ubicadas en el barrio El Jardín, tras la avalancha ocurrida en ese año, lugar que recuerdo era como un castillo o una fortaleza en piedra muy bella, de película, donde la tristeza, el agobio y la maldad no tenían cabida, y ahí, en ese hermoso lugar, cursé

Todos esos recuerdos que nos estremecen e invaden son suficientes para no dejar de sentir la más grande gratitud por toda la formación académica y personal que siempre nos brindaron nuestros queridos docentes, tal vez unos más que otros, pero que siempre trataron de hacerlo bien. Hoy nos sentimos orgullosos de haber alcanzado muchos de nuestros sueños que nacieron cuando caminábamos por los pasillos de nuestra querida Normal; algunos parecían inalcanzables, pero gracias a esas importantes bases que se fundamentaron en nuestra Normal; hoy muchos somos profesionales y los hemos alcanzado.

¡Feliz cumpleaños, querida Normal! 

Década del 2010 El timbre ha sonado

Hubo un día, un último día en el que, nos levantamos, nos pusimos el uniforme, llevamos nuestros cuadernos, desayunamos con prisa y nos fuimos corriendo hacia el colegio. Un día que difícilmente recordamos pero que marcó nuestras vidas con recuerdos de diversas experiencias: momentos buenos, malos, de risas, de llanto, pero, sobre todo, del aprendizaje que nos tiene hoy aquí.

Recuerdo haber llegado a la Normal posterior a la avalancha de noviembre del 2008 porque, debido a este suceso, ya no podíamos seguir viviendo en una vereda del resguardo de Cohetando, llamada La Uribe. Había estado antes en la Institución Educativa Santo Domingo Savio y en un colegio del norte del departamento del Huila del que tengo información difusa. Mi familia decidió volver y trasladar nuestro hogar para estar fuera del área de influencia del Volcán Nevado del Wila. Para mi sorpresa, estudiaría ahora en la Normal Superior “Enrique Vallejo” de Tierradentro, que precisamente la habían trasladado a la sede del Minuto de Dios por la emergencia.

El primer día llegué muy nerviosa, no conocía a nadie y sentía temor de ver tantas personas nuevas. Era extraño para mí relacionarme con personas fuera de mi entorno, pues en ese curso estudiaban personas que vivían en el pueblo y, para ese tiempo, yo era demasiado tímida respecto al tema. Ese año

cursé el grado 5°C con la profesora Martha Fajardo, un angelito que hizo más llevadero ese cambio repentino de institución. Lo más novedoso para mí, fue encontrarme con las religiosas. Para esa época ellas aún hacían presencia en la Institución y había ciertas reglas un tanto estrictas que debían cumplirse si no se quería ir en contra del Manual de Convivencia. Pensaba que tenían un carácter fuerte, que eran demasiado serias y claro, bravas; pero no fue así, me encontré con personas fielmente dedicadas a su labor que guardaban cariño por los estudiantes.

Fue al año siguiente cuando encontré el grupo de amigos con el que iba a estar hasta el final… o bueno, casi, porque algunos de ellos se fueron a estudiar a la ciudad faltando dos años para graduarnos; de todas maneras, ese fue el año de hacer amistades con las que, hasta el día de hoy, mantenemos conversaciones. Había encontrado ya mi lugar.

Como ya tenía confianza, tanto en el co-

legio como con los profesores, y había dominado mi terrible timidez, encontré en un grupo de unas seis o siete personas, mi lugar feliz para vivir las mejores aventuras de la época dorada: el bachillerato. Con ellas empezamos a reunirnos para hacer los trabajos en grupo, pero también para celebrar cumpleaños, jugar X-box, hacer paseos de olla, escaparnos del colegio y ser muy felices.

Ese grupo era una mezcla extraña: jóvenes con buen rendimiento académico puesto que sobresalíamos en los trabajos asignados para materias difíciles como: Química, Lengua Castellana, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, entre otros, pero a la vez, muchachos y muchachas que hacíamos cierto grado de desorden, pues en algunas ocasiones, fuimos en contra del Manual.

Hay dos sucesos que más recuerdo de cada uno: cuando en el área de Lengua Castellana hicimos la presentación del Centro Literario con una gran puesta en escena de “El coronel no tiene quien le escriba” y cuando desarrollamos el proyecto de Química con la fabricación de muebles, materas y un parque infantil a base de llantas recicladas. Ambos proyectos los realizamos con toda la dedicación del mundo y nos hicieron sentir que dejamos algo a nuestra Institución; en ambas actividades tuvimos el apoyo total de nuestras familias y obtuvimos grandes

aprendizajes para la vida, sobre todo del trabajo en equipo, muy importante para el campo laboral.

De lo otro, una vez en cambio de clase, se nos ocurrió la brillante idea de usar las carteleras de una exposición como arma de guerra. Todos corríamos, lanzábamos papeles, veíamos cómo el salón se convertía en campo de batalla. Al terminar, el salón era nada menos que un completo desastre a causa de esos poco delicados juegos y, el profesor que llegó al salón no podía creer de dónde había salido tanta cosa. Ese suceso fue nombrado “El terremoto”. El segundo de esta faceta de chicos malos, fue cuando nos escapamos del colegio porque teníamos horas libres, pero no nos daban la autorización de salida. En nuestra joven y rebelde mente, escogimos el camino que del Minuto de Dios conducía hasta el centro poblado de Belalcázar en un trayecto de unas 2 horas mientras parábamos a jugar y tomarnos muchas fotos. Todo fue risas hasta que llegamos, nos reunimos un rato y cada uno se fue para su casa; como ellos vivían en el pueblo ya estaban cerca; pero, una compañera y yo, vivíamos en el Minuto, ¡al lado del colegio! Por esa razón tuvimos que devolvernos y terminamos haciendo un doble viaje.

Durante mi paso por la Normal hice parte de la banda marcial, fui monitora del salón,

A GROPECUARIO EL REY

ASISTENCIA TÉCNICA AGROPECUARIA

VENTA DE DROGA VETERINARIA

E INSUMOS AGRÍCOLAS

PARA EL CAMPO Y LA CIUDAD

Carrera 2 No. 4-40 Diagonal al parque B/cázar

Cel: 310 3063143

E-mail: sadepaez@hotmail.com

pinté un cuadro con la imagen de una casa Nasa, fui directora del periódico del colegio, realicé práctica docente con niños de preescolar y hasta me eligieron como contralora con una importante votación; si a esa niña tímida que llegó en 2009 le hubieran dicho todo lo que iba a pasar y lo que iba a lograr, jamás lo hubiera creído.

Uno de esos importantes logros a nivel personal, fue haber reafirmado la profesión que estudiaría. Gracias a las clases y la orientación profesional recibida en esta Institución, obtuve la confianza que necesitaba para decidir a qué iba a dedicar mi vida. Conocí y desarrollé mis habilidades gracias a los excelentes docentes que laboraban en el colegio y encontré en la Comunicación Social y el Periodismo, mi forma de seguir siendo feliz.

Tuve muy buenos profesores, personas dedicadas que hasta hoy recuerdo con gran cariño y admiración por esa valiosa labor de enseñar con vocación. Agradezco con el alma a cada persona que nos dejó sus enseñanzas, pues estas nos ayudaron a construirnos y caminar hoy cada uno en su espacio.

El día de la graduación había llegado y, por última vez, lucimos nuestro traje de gala y dejamos atrás esta importante etapa de la vida. Ese día nos reuniríamos por última vez con las personas con quienes compartimos muchos días de nuestras vidas. En aquella

ocasión todos estábamos felices sin pensar en la nostalgia que provocan los últimos momentos. Brindamos, nos despedimos para que cada uno emprendiera su largo camino y hoy, cuando tenemos la oportunidad de regresar y pensar, vemos cómo hemos cambiado, crecido y vivido.

El timbre para la salida ha sonado por última vez. 

PROFESORES EN AÑOS

En la siguiente sopa de letras se encuentran los nombres y/o apellidos de 45 docentes que están ligados a la historia de la Normal, (En la parte de abajo aparecen en forma de anagrama; los que tienen asterisco corresponden a los nombres). Búscalos de izquierda a derecha y de derecha a izquierda; de arriba abajo y de abajo arriba; en forma transversal. Con las 14 letras sobrantes podrás formar una frase relacionada con la Normal.

ANAGRAMA: Palabra que se forma empleando las mismas letras de otra; sin que falten ni sobren letras.

Ejemplo: ROMA / AMOR / MORA

Década del 2010

Entre letras y letras

Recuerdos que perduran en el tiempo

Por allá en el año 2013 inicié el camino hacia una meta en un lugar mágico llamado Escuela Normal Superior “Enrique Vallejo” de Tierradentro. Recorrer este camino no sería fácil, pero sabía que lo lograría gracias a los profesores, un rector, una coordinadora, una directora de grado, un personal administrativo, unas administradoras del cafetín; en fin, todo un talento humano de calidad que haría que este camino me fuera más fácil y grato en la estadía en este hermoso lugar.

Allí inicie mis estudios para obtener el título de Bachiller Académico en la jornada fin de semana, con un grupo de compañeros excelentes. Recordar hoy cada momento vivido entre letras y letras, me hace pensar que he sido muy afortunada de mi paso por tan prestigiosa Institución, ya que gracias a la educación que me brindaron pude luego hacer un Técnico en Atención a la Primera Infancia y en la actualidad estudio una Licenciatura en Educación Infantil en la Universidad Pública del Tolima, donde cada día doy lo mejor de mí, porque sé que en cada uno de los que somos egresados de la INENSEV está la responsabilidad de dejar siempre su nombre en alto.

Pero, esperen un poquito y les sigo contado: entre todos mis recuerdos cómo olvidar los ratos alegres, los ratos tristes, las discusiones que no hacen falta; pero, sobre todo, cómo olvidar a mis compañeros que fueron los mejores, no faltaba el que iba sin los trabajos y siempre tenía su disculpa, o el que no repasaba y pedía copia. Fueron tantos momentos gratos que hoy al recordarlos se

me arruga el corazón de alegría y añoro cada experiencia ahí vivida, como las enseñanzas de los profes, las reuniones, los llamados de atención que me ayudaron a mejorar cada día como persona; y, por último, el paseo de despedida el cual nos dejó la enseñanza de que quien persevera alcanza, ya que ese fue nuestro regalo por culminar una etapa más de nuestras vidas.

Mil gracias a cada uno de los que aportó su granito de arena. Gracias, profesores, por compartir sus conocimientos conmigo y con mi grupo en general. Siempre estarán en mi corazón.

Por eso hoy en el día del cumpleaños No. 70 de mi Normal, quiero decir que soy orgullosa de ser parte de ella y que gracias por todo la educación brindada a cada uno de sus hijos paeces y, cómo no decirlo, a la de muchos colombianos y colombianas que han tenido su paso por tan prestigiosa Institución. 

Una vida dedicada a la Normal

¡Gracias, muchas gracias!

María Lidia Medina Sánchez y Fabiola López López, administrativa y docente, respectivamente, son las dos funcionarias de la Normal, cada una en su campo, que durante más tiempo han laborado en ella. Aquí nos cuentan un poco lo que ha sido esa vida dedicada a la Institución. Desde ya les decimos: ¡Gracias, muchas gracias!

María Lidia es una de las tantas personas que han laborado con compromiso y un gran sentido de pertenencia en servicios generales de la Normal. Llegó en 1978, proveniente de La Argentina, Huila, siendo una niña, pues tenía apenas 13 años de edad, y gracias a sor Blanca Gómez, quien le colaboró para vincularse laboralmente.

Cuenta que durante su primera etapa vivió interna en las instalaciones ubicadas al lado de la cocina, diagonal a la casa de la comunidad vicentina y al lado de “El Peladero”, lugar denominado así porque era allí donde se pelaban los víveres, debido a que en ese entonces había estudiantes de diferentes partes del país, pero especialmente del departamento del Huila, quienes también eran internas igual que los profesores y a todos se les atendía con rigurosidad y exquisitez.

De su internado recuerda que se volaban a bailar con la complicidad del celador quien les fijaba una hora de regreso a la que no podían fallar porque sin ningún pesar las dejaba por fuera. Fue así como conoció su gran amor y por eso durante la rectoría de sor Lorenza Naranjo, en 1984, su señor esposo pidió permiso para casarse con ella y sacarla del internado. Era un trámite legal para dar cumplimiento al sacramento del matrimo-

“Tengo mucho que agradecerles a las vicentinas”

nio; desde ese momento María vive en su propio hogar. Las estudiantes, en cambio, no tenían esta posibilidad, pero los galanes no faltaban en la noche buscando a su dama, razón por la que muchas veces se vieron a gatas para salir, pues el portero se daba cuenta y les soltaba los perros a los que les temían por su agresividad; de esto darán fe algunos de ellos y por supuesto, no olvidarán el nombre de Blas.

Entre uno y otro suspiro recuerda a algunos de sus compañeros de labor: Matilde, Roselia, Marleny y Alba Valencia, Marleny Niquinás, Lilia Ossa, Lolita Quintero, don David Cuchimba, don Donato Casas, Pachito Penagos, entre otros. Relata que de ellos hay muchos gratos recuerdos, pero le invade la tristeza cuando piensa en Marleny Niquinás, una niña indígena que se vio obligada a abandonar su trabajo al padecer demencia, era quien asaba el pan y solamente alcanzó a trabajar durante 3 años, se pregunta a sí misma si vivirá y cómo estará. En este momento del relato recuerda a Nelcy Velasco, quien perdió parte de sus dedos al meter la mano en la máquina de moler carne; las demás compañeras se han ido retirando poco a poco para disfrutar de la pensión, dice ella.

Su trabajo fue muy duro y de largas jornadas mientras existió el internado. Entre otras de sus ocupaciones estaba la de alimentar los perros que se mostraban cariñosos en ese momento, mas no así cuando percibían que se escapaban. También el cuidado del águila era responsabilidad de este grupo de empleados, pero en una oportunidad la persona encargada olvidó darle su ración diaria de media libra de carne y desafortunadamen-

te, falleció; hoy yace disecada en el laboratorio pues se convirtió en un símbolo de la Institución.

Relata que la última ecónoma fue Ofelia Quebrada quien dirigía la cocina y los servicios del internado hasta que la avalancha del 6 de junio de 1994 arrasó con los dormitorios de las estudiantes, la casa vicentina, el comedor y la cocina junto con el resto de espacios alrededor de estos. “Todavía recuerdo el esquema de la Normal muy bien.” para esa época se había reformado la cocina y el comedor, “eso estaba lindo, con cortinas y esa cocina último modelo que no se le paraba ni una mosca”, expresa ella con un acento de tristeza; dice que inclusive les pidieron que firmaran la entrega de estos locales a lo que ellas se negaron, así que la señora Ofelia fue la única que firmó. Manifiesta que a ellas les dio muy duro esta pérdida por la belleza natural de la Normal. Como esto ocurrió en un día festivo y por lo tanto solo habían ido a trabajar aquellas que estaban de turno,

quienes al sentir el temblor salieron corriendo asustadas sin tener tiempo para apagar la estufa, pero pasados unos minutos entró Ofelia a la cocina y las regañó porque estaban hirviendo una leche y le cayó mugre; ella trató de limpiarla y la tapó, “pero para nada”, dice María “porque seguidamente la avalancha acabó con todo; aún con la leche aunque estuviera tapada; se llevó también 18 cilindros de gas de 100 lbs que era el combustible disponible para el funcionamiento del internado”.

Al preguntarle ¿qué recuerdos bonitos tiene de la Normal? dice con énfasis en su voz: “Ah, de la Normal sí tengo recuerdos muy bonitos, empezando por las hermanas vicentinas porque eran unas personas muy detallistas con nosotros; para las fiestas de Santa Luisa y de San Vicente, nos llevaban al comedor dentro de la casa de ellas y nos daban una comida especial a todos los empleados. Tengo mucho que agradecerles a ellas”. Todo en la Normal era lindo, pero se emociona cuando habla de la capilla, de la decoración y sobriedad con que anualmente

se celebraba la graduación en ella. Nombra algunos de los docentes que trabajaron por esa época a quienes guarda respeto y cariño como David Gallo y su esposa Marina, Misael Alemán, Ítalo, el profesor Álvaro Huertas quien era el encargado del cuidado y cultivo de las plantas de la huerta, ubicada detrás del comedor, lugar al que los estudiantes no tenían acceso.

“Ah, de la Normal sí tengo recuerdos muy bonitos, empezando por las hermanas vicentinas porque eran unas personas muy detallistas con nosotros; para las fiestas de Santa Luisa y de San Vicente, nos llevaban al comedor dentro de la casa de ellas y nos daban una comida especial a todos los empleados. Tengo mucho que agradecerles a ellas”.

María finaliza su remembranza contando sobre el sacrificio, esfuerzo y compromiso para sacar lo que más se pudiera de las oficinas, aulas de clase y demás dependencias de la Normal después de la avalancha del 2008 que terminó con esta hermosa ciudadela donde se han formado profesionales por varias generaciones y agradece a Dios y a las hermanas Vicentinas, donde ellas se encuentren, porque cumplió sus proyectos y los proyectos de sus hijos.

Es notoria la tristeza que invade su corazón, pero siente que la vida continúa y que hay que perseverar, razón por la que aún labora en esta Institución, embelleciéndola y procurando un ambiente agradable para toda la familia normalista. 

TEL: 3206417226

CAROLINA COLLO MÉNDEZ

Barrrio San Fernando - diagonal a la Cruz Roja

Vocación, entrega y excelencia como filosofía de vida Una vida dedicada a la formación de maestros

La profesora Fabiola López López, es la docente que durante más tiempo ha laborado en la INENSEV: ingresó el 9 de marzo de 1983 por lo que ya cumplió 40 años y dos meses. Trabajó en la básica primaria, la secundaria, la educación media y el PFC, donde actualmente funge como coordinadora. Aquí nos cuenta lo que han sido estos 40 años en la Institución.

Después de trabajar en escuelas como la Rural Mixta de Topa y La Milagrosa, en el municipio de Inzá; y las escuela de Cohetandiyo, La Mesa de Togoima, Urbana de Varones de Belalcázar y la de Irlanda, en el municipio de Páez, fui nombrada por el Ministerio de Educación Nacional –MEN- como Maestra Consejera.

Llegué a la Normal de Belalcázar el 9 de marzo de 1983 con muchas expectativas, pero también muchos temores, porque llegaba a un ambiente donde ocho años antes había recibido la formación como maestra, y ahora me encontraría con quienes habían sido mis maestras consejeras y ayudaron en mi formación. Siempre guardaré una inmensa gratitud hacia ellas: Sor Graciela Rodríguez Jurado, clave en mi vocación maestra; Sor Lilia Díaz, en ese momento como directora de la Anexa a la Normal; y las docentes Cilia Etna y Elizabeth Palomino, Aminta Roa, Nidia Burgo, Edith Valencia y Zoila Molina, docentes con las que compartí momentos de alegría, pero también de tristeza.

En el trabajo pedagógico de la Escuela Normal me desempeñé inicialmente como maestra del grado cuarto de primaria y luego estuve en otros grados. Como compañeras de trabajo en primaria recuerdo a las docentes Cilia Etna Palomino, Estela Moreno y Etna Mery Valencia, a quienes les agradezco sus enseñanzas que pulieron mi quehacer pedagógico.

También a nivel de Institución he participado en momentos significativos para la comunidad normalista:

En el año 1997 se inician las reformas edu-

cativas en las Escuelas Normales Superiores –ENS- que surgieron a raíz de los diferentes problemas que aquejaban a la formación del maestro, por lo que se planteó identificar los procesos de organización, participación, la solución de dificultades, la apropiación teórica y su formación intelectual. En este proceso de reestructuración se hicieron cambios fundamentales en el Proyecto Educativo Institucional –PEI- como el currículo y la evaluación del aprendizaje.

En ese mismo año, 1997, Sor Saturia Co-

llazos Ortiz como rectora, inicia el trabajo con los docentes de la Institución y se hace necesario realizar una autoevaluación institucional donde se da la oportunidad a los docentes de reflexionar sobre nuestro quehacer pedagógico, sensibilizar a la comunidad educativa y dar comienzo a la elaboración de la contextualización de la región (municipios de Inzá y Paez), para identificar las debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas, y de esta manera poder responder acertadamente a las necesidades, expectativas e intereses de la región, para elaborar un PEI pertinente. Este trabajo tomó varios meses para lograrlo.

A mediados de julio de ese año, llega como rectora Sor Inés Barreto Parra y continúa con la tarea de las condiciones especiales exigidas a las ENS por el MEN mediante el Decreto 3012 de 1997. Cumplidas estas, recibe la autorización para el funcionamiento del Programa del Ciclo Complementario –PCC- en el Año 1999. En ese momento soy trasladada con la profesora Aura Nelcy Vargas a la básica secundaria para colaborar en los grados sexto y séptimo.

En el año 1998 pasamos como docentes al PCC a colaborar con la formación de maestros. Nos corresponde orientar la primera promoción 1999 - 2001 que inició con 21 estudiantes. Entre ellos recuerdo a Melba Isabel Castaño Urbano, Yulieth Danisse Vargas, Francy Milena Velasco, Carlos Farid Valencia, Maricela Vivas, Geovany Andrade, Rubén Darío Arcila, Bibiana Orozco, Zuleima González, Yudy Paola Vargas y Vercelly Vargas. De estos estudiantes hoy algunos se desempeñan como maestros de la Institución y me siento feliz y orgullosa de que hayan podido igualar y superar a sus maestros.

De esta primera promoción del PCC, hago una mención especial a la señora Lucelly Gutiérrez Tao por los cargos públicos que ha tenido, primero como concejal del municipio de Páez y hoy líder en la oficina de Gestión Social y Asuntos Poblacionales del departamento del Cauca.

Algunas actividades para resaltar de ese grupo son la organización del Primer Foro Educativo y Pedagógico Municipal, y de ponencias sobre gestión del riesgo en la Universidad del Cauca. Entre los maestros que contribuimos a la formación de los estudiantes están Omar Osorio, Aura Nelcy Vargas y Luz Elly Valencia

En el año 2002 la Escuela Normal recibe del MEN la Resolución 2791 del 4 de diciembre otorgando la acreditación de calidad y desarrollo por periodo de cuatro años. Durante los siguientes años, con el liderazgo de la rectora, se busca mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje de maestros en formación y maestros en ejercicio. Con trabajo arduo y convencidos de entregar lo mejor de cada uno de los docentes, se logran graduar nueve promociones de modo presencial y cuatro promociones de docentes en ejercicio sin el título de Normalista Superior.

En la primera promoción se gradúan ocho estudiantes en diciembre del 2003, entre ellas tenemos a Dary Esperanza Cuetocué, Sandra Milena Valencia y Andrea del Pilar Vargas. Posteriormente, en noviembre del 2004, reciben el título de Normalista Superior maestros en ejercicio en los municipios de La Plata, Inzá, Tesalia y Páez; entre los graduandos de nuestro municipio están Edwin Guevara, Melba Anselma Perdomo, Justiniano Chávez, Orfilia Ossa y Yeny Mildred Güegia.

En el año 2006 la INENSEV le otorga el título a 13 estudiantes que habían sido egresados de otras modalidades, maestros del municipio de Inzá y la gran mayoría de Páez. Entre ellos Francisco Achipíz, Mary Bell Cuene, Rigoberto Embús, Ana Milena Víquez, Adriano Gutiérrez, Margoth Sánchez, Hortensia Vargas, John Fredy Velasco, entre otros.

En año 2007 se gradúan 13 maestros en ejercicio, de ellos recuerdo a Naval Achicué, José Félix Hoyos, Martiniano Pacho, Holmes Puchicue y Laurentino Velasco, estos dos últimos eran egresados de otras instituciones con diferente modalidad a la pedagógica.

En el año 2010 llega a la Institución Sor Martha Cecilia Durán Díaz, a quien le corresponde liderar el proceso de acreditación de alta calidad. La INENSEV tuvo espacios de asesorías con la Universidad Pedagógica de Colombia para ejecutar el trabajo nuevamente sobre las condiciones de calidad según el Decreto 4790 de 2008. Durante el transcurso de ese año lectivo los docentes de la universidad brindaron asesorías constantes a todos los docentes de la Institución. Este proceso recibió el apoyo y financiación de la administración municipal encabezada por el alcalde James Arbey Yasnó Gallego.

El trabajo de verificación de las condiciones de alta calidad hizo parte de una labor constante, rigurosa y permanente en la que intervinieron muchas personas que le pusieron el alma a cada aspecto a evaluar. Contamos con el apoyo de expertos en educación para orientar el proceso del PEI, tarea que nos permitió reflexionar y dialogar con los integrantes de la

comunidad educativa para lograr el liderazgo y la autonomía como elementos que garantizan el desarrollo de la Institución.

En el mes de noviembre de 2010 se da un encuentro en la cuidad de Bogotá en la Universidad Pedagógica de Colombia con docentes de la INENSEV sobre la investigación en el campo de la educación infantil, la investigación en los procesos de evaluación, la realización de un taller sobre comunicación y creatividad, la importancia de la formación docente en las ENS, procesos que involucran la investigación como parte fundamental de la autoformación y diálogo interinstitucional con la Normal Montessori, donde se tiene la oportunidad de enriquecer las prácticas docentes y pedagógicas con miras a fortalecer los procesos formativos de las ENS.

En esa ocasión se tuvo un trabajo más focalizado hacia las mallas curriculares, elaborándolas teniendo en cuenta el enfoque, la corriente y modelo pedagógico, y la metodología referida en el PEI; además, el personal docente se organizó por núcleos de trabajo según la afinidad de las áreas y se comienza a trabajar la interdisciplinariedad.

En el mes de agosto se recibe el reconocimiento de acreditación de alta calidad, para ese momento ya se encontraba como rector el profesor Wilson Fernando Orozco quien continuó implementando los cambios en cada una de las condiciones para lograr la calidad de la educación.

En el transcurso del año 2012 la Universidad Pedagógica de Colombia brinda orientaciones conceptuales y técnicas para contextualizar el proceso de acreditación de calidad que permita auto evaluar permanentemente las condiciones y asumir retos atendiendo al Decreto 4790 del 2008.

Iniciando el año se realizó un encuentro con la asesora del MEN, Aura Nieto, docentes de Investigación Educativa, Práctica Pedagógica de la Normal de Gigante, Huila y docentes del PFC de la Institución, con el objetivo de conocer el contexto y planear encuentros de

NORMALISTA

saberes y experiencias entre las dos normales superiores, y de esta manera avanzar en la cualificación.

Al finalizar el 2012 se tuvo el acompañamiento de la docente de la Universidad de Nariño, Adriana Pita, con el propósito de hacer un acompañamiento para fortalecer el PFC en lo referente al PEI, PMI, POA, autoevaluación 2012, procesos de investigación, malla curricular, recomendaciones del MEN y resultados de la visita de pares.

Esta acreditación de alta calidad el MEN la otorga por cinco años, pero trascurrió el tiempo hasta el 2017 cuando notificaron a las ENS de un nuevo proceso llamado Verificación de Condiciones de Calidad y nuevamente nos preparamos para esta tarea que le corresponde liderar como rectora a la profesora María Nibey Muñoz, que con su sentido de pertenencia e interés logró que se obtuviera nuevamente el funcionamiento del PFC. Cabe resaltar que la Institución prestó apoyo con una asesora de educación, Sonia Rey, quien continuó el trabajo que se venía realizando anteriormente.

En la actualidad, la INENSEV del 2017

al 2021 estuvo participando del acompañamiento de la Universidad de La Salle con relación a cada una de las condiciones de calidad reconstruyendo algunas de ellas. En sus inicios el trabajo es desarrollado por un equipo de base que tiene representación de los docentes y directivos docentes de la INENSEV y se ha revisado detalladamente el horizonte Institucional, en el componente pedagógico, evaluación del aprendizaje y la investigación. Este trabajo ha sido liderado por la comunidad de práctica o equipo de base, se ha dado a conocer a los docentes y ellos están haciendo el trabajo respectivo.

Creo que este ha sido mi pasar por la Escuela Normal a lo largo de 40 años de trabajo con mucho amor, gratitud a la Institución que me formó desde el grado Kínder, hasta que me gradué como Maestra y también me permitió llevar algunos acontecimientos importantes de mi vida.

A la Comunidad Vicentina, especialmente a Sor Graciela Rodríguez Jurado, quien motivó mi vocación; Sor Julia Inés Barreto Parra, Sor María Odilia Perdomo Leiva y Sor Martha Cecilia Díaz Durán, quienes me dieron testimonio de responsabilidad, entrega por el trabajo, y aportaron en mi formación como persona y como profesional.

A los rectores Wilson Orozco Velasco, María Nibey Muñoz Ortega y Hugo Herney Puchicue Vargas, ¡GRACIAS! por confiar en mí como parte de su equipo de trabajo.

A mis compañeros de trabajo y estudiantes, no me queda sino agradecerles todos sus aportes a mi vida como Maestra. 

Una esperanza para los varones El Bachillerato Nocturno de Belalcázar

Afinales de la década del 60 había llegado a la Normal un grupo de profesores, entre los que estaban: Manuel Clodomiro Mota, Yebraíl Alberto Jaramillo, Julita Muñoz, José Ignacio Chacón y Hernando Arévalo. Estos apóstoles de la docencia detectaron que en Belalcázar se estaba desperdiciando el talento masculino, que muchos no tenían la posibilidad de ingresar a la educación media y que había que “hacer algo” para sacarlos adelante.

La idea fue discutida con la rectora de la Normal, Sor Hortensia Hernández, y con algunas religiosas, quienes se mostraron de acuerdo en brindar la oportunidad a los jóvenes para que se capacitaran. Fue así como se acordó fundar un Bachillerato Nocturno, que funcionaría en las instalaciones de la Escuela Anexa a la Normal de Señoritas. Esta idea gustó muy poco al prefecto apostólico, Mons, Enrique Vallejo, quien finalmente, ante los argumentos de la “Madre Hortensia” y del grupo de docentes, aceptó levantar un listado de jóvenes dispuestos a estudiar.

ALGUNOS DE LOS VARONES FUNDADORES DEL BACHILLERATO NOCTURNO, junto a la profesora Aura Castaño Henao / Foto Jairo Bermeo

Ceballos Muñoz Luis Carlos

Chilito Segura Humberto

Escobar Castañeda Luis Ignacio

García Figueroa Gloria Amparo

Gutiérrez P. Húber Lorenzo+

Hurtado Penagos José María+

Lozada Mera Teresa

A la convocatoria asistimos 42 muchachos, mayores de 15 años –hombres y mujeres-. De este grupo nos matriculamos 29 en el grado primero; e iniciamos clases el 15 de febrero del 1970. Esta es la lista de estudiantes fundadores del Bachillerato Nocturno Anexo a la Normal “Margarita Nasseau”:

Burgos Muñoz Laurencio Miguel

Campo Orozco Ovidio

Campo Ceballos Ramiro

Castañeda Bermeo Carlos Humberto

Ceballos Muñoz Aureliano+

Burgos Molina Víctor Alfonso

Muñoz Palomino Guillermo A.

Orozco Campo Liria+

Palomino Sánchez Daniel

Pantoja Quibano Jhohny Barney

Penagos Tejada Rosa María

Peña Luis Orlando

Quibano Ramón Orlando

Quibano Sánchez Húber

Quilcué Quebrada José A.

Restrepo Hurtado Álvaro

Valencia Ceballos Pedro Daniel

Vargas Collo Olmedo+

Vargas Méndez José David+

Velasco Humberto

Valencia Doris

Velasco Muñoz Arnoldo

El grupo de profesores que prestó sus servicios en el Nocturno no recibía ningún pago por su labor y estuvo integrado por: Manuel Clodomiro Mota; su esposa, Rubiela Bedoya; Alberto Jaramillo y su esposa, Julita Muñoz; José Ignacio Chacón; Hernando Arévalo; las religiosas vicentinas Sor María Rosa Chávez Jaimes, Sor Concepción Madero y Sor Celina Muñoz. Como coordinadores laboraron un profesor de apellido Andrade y Rafael Casas Ángel, a quienes la Prefectura les daba una bonificación. Posteriormente se vincularían a las clases Aurita Palomino Sánchez y Rodrigo Henao Betancur.

ESTUDIANTES DEL BACHILLERATO NOCTURNO - Promoción segundo semestre del año 2015 / Foto VOCERO NORMALISTA

mos el grado cuarto en 1974; y de esos, seis recibimos el título de Maestros, en noviembre de 1976.

El bachillerato funcionó hasta el año 1973. Al morir Sor Encarnación Jáuregui asumió la rectoría en 1974 Sor Lorenza Naranjo y ella optó por integrar los estudiantes del Nocturno a la Normal, eso sí, bajo una serie de condiciones.

Ya en 1975, la Normal abrió totalmente sus puertas para el ingreso de los varones provenientes de diferentes instituciones de la región; claro que por algunos años más, la institución siguió llevando el nombre de “Normal de Señoritas”.

Nosotros asumimos el reto y muchos debimos renunciar a nuestros empleos, pues ahora “la cosa era de día”. Sor Lorenza fue enfática al afirmar: “Llegó la hora de acabar con la educación matriarcal”. Esta aseveración le acarreó múltiples inconvenientes con su pariente Mons. Vallejo.

De ese grupo de 29 estudiantes que nos matriculamos en 1970, doce inicia-

Posteriormente, en el año 2012, siendo rector el profesor Wilson Fernando Orozco, la Normal volvería a ofrecer el servicio de bachillerato nocturno, laborando en las instalaciones del PVD. En cuatro promociones del 2012 al 2016, recibieron el título de BACHILLER ACADÉMICO 97 personas: 64 damas y 33 varones. 

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LA TRIVIA NORMALISTA

¿Qué tanto conoces de la Normal? Pon a prueba tus conocimientos respondiendo estas sencillas preguntas. En la página 35 encontrarás las respuestas y la calificación que has obtenido según tus aciertos. ¡Anímate, pues!

1. Uno de los siguientes nombres no lo ha tenido la Normal:

A. Escuela Normal Rural “Santa Luisa de Marillac”

B. Escuela Normal Rural de Señoritas “Margarita Nasseau”

C. Escuela Normal Rural “San Vicente de Paúl”

2. ¿Qué rectora falleció en un accidente de tránsito cuando ejercía el cargo en la Normal?

A. Sor Rosalba Serrano Gastelbondo

B. Sor Encarnación Jáuregui Pratts

C. Doña Ana de Ordóñez

3. ¿Quién es el autor de la letra del Him no de la Normal?

A. James Mosquera

B. Padre Félix María Ortiz

C. Manuel Clodomiro Mota

4. ¿Cuál es la rectora que durante mayor tiempo ha ejercido el cargo en la Nor mal?

A. Sor María Odilia Perdomo Leiva

B. Sor Hortensia Hernández V.

C. Sor Lorenza Naranjo Vallejo

5. El lema de la Normal es:

A. Ser más para servir mejor

B. Ciencia, virtud y servicio

C. Id y educad

6. Uno de estos docentes no participó en la fundación del Bachillerato Nocturno en el año 1970:

A. Mauricio Medina Perea

B. Yebrail Alberto Jaramillo

C. José Ignacio Chacón

7. ¿Qué joven es el primero en ejercer el cargo de personero estudiantil en la Normal?

A. Rigoberto Embús Cuetocué

B. Lucely Gutiérrez Tao

C. Geovanny Andrade Ocampo

8. Una de estas niñas ganó el primer Rei nado de las Misiones:

A. Rosalba Ortiz Parra

B. María Luisa Londoño

C. Nohemy Embús Palomino

9. ¿Cuál fue la única seglar que ejerció el cargo de directora de la Escuela Anexa a la Normal?

A. Edith María Valencia Lucumí

B. Aura Nelcy Vargas Méndez

C. Margarita Chávarro.

10. Uno de estos rectores es egresado de la Normal:

A. Hugo Herney Puchicué Vargas

B. Wilson Fernando Orozco Velasco

C. Sor Inés Vargas Durán

11. Uno de estos personajes no ha reci bido la Mención de Honor “Matilde Espinosa”:

A. David Alberto Gallo García

B. Jesús Orlando Chilito Cabezas

C. Luis Orlando Peña –PEOR-

12. El administrativo que durante ma yor tiempo ha laborado en la Normal es:

A. Aureliano Ceballos Muñoz

B. Evangelina Chávez

C. María Lidia Medina Sánchez. 

PILDORITAS EN 70 AÑOS

Por Manuel José Escobar Castañeda - Docente Lengua Castellana Daticos curiosos sobre la historia de nuestra Institución tomados de los libros de Actas de la Normal y de los folletos editados para las Bodas de Plata y de Oro.

1. Cinco han sido los lugares donde ha tenido sede la Normal (galería municipal, barrio El Jardín, Gualcán, PVD y La Unión del Salado):

• 1953 se inician labores en el sitio donde actualmente se encuentra la galería municipal;

• 1961 se traslada al barrio El Jardín;

• 2008 por la avalancha se inicia la reubicación de la básica primaria en la sede de Gualcán que se termina en el 2009 con el traslado de toda la Institución;

INSTALACIONES DE LA NORMAL EN EL BARRIO EL JARDÍN DE BELALCÁZAR / Foto Archivo Normal

• 2012 El Bachillerato Nocturno empieza a funcionar en el centro de Belalcázar, donde actualmente está el Punto Vive Digital -PVD-. Allí continúan hoy algunos grados de primaria y el PFC.

• 2004 la básica primaria de La Unión del Salado se integra a la INENSEV.

2. La Normal ha tenido los siguientes nombres:

• 1953: Escuela Normal Rural “Santa Luisa de Marillac”

• 1954: Escuela Normal Rural de Señoritas.

• 1962: Escuela Normal Rural de Señoritas “Margarita Nasseau”

• 1966: Escuela Normal Superior de Belalcázar.

• 1999: Escuela Normal Superior de Tierradentro “Enrique Vallejo”.

• 2012: Institución Educativa Escuela

Normal Superior “Enrique Vallejo” de Tierradentro – INENSEV-

3. La Normal ha entregado los siguientes títulos a los bachilleres:

• 1957 – 1963: MAESTRA

• 1964 – 1976: MAESTRA – Normalista Superior

• 1977 – 1996: MAESTRO BACHILLER

• 1997 – 2008: BACHILLER ACADÉMICO con profundización en el Campo de la Educación y Formación Pedagógica.

• 2009 – ¿¿??: BACHILLER ACADÉMICO con profundización en Pedagogía.

4. Por su parte, para los egresados del PFC ha entregado dos títulos:

• 2001 – 2008: NORMALISTA SUPERIOR con énfasis en Ciencias Naturales y Educación Ambiental.

• 2009 - ¿¿??: NORMALISTA SUPERIOR.

5. La Normal ha tenido 17 rectores, cuatro seglares y 13 religiosas vicentinas (cuatro de ellas ejercieron el cargo en dos ocasiones*), así:

• Ana de Ordóñez

• Sor Mercedes Sánchez

• Sor Hortensia Hernández Valdepares*

• Sor Margarita García

• Sor Encarnación Jáuregui Pratts

• Sor Lorenza Naranjo Vallejo*

• Sor Inés Vargas Durán

• Sor Rosalba Serrano Gastelbondo

• Sor Martha Triviño Hernández

• Sor Saturia Collazos Ortiz*

• Sor María Odilia Perdomo Leiva*

• Sor Soledad Bedoya Urrego

• Sor Julia Inés Barreto Parra

• Sor Martha Cecilia Durán Díaz

• Wilson Fernando Orozco Velasco

• María Nibey Muñoz Ortega

• Hugo Herney Puchicué Vargas.

6. Sor Hortensia Hernández es la rectora que durante mayor tiempo ha ejercido este cargo en la Normal: del 15 de julio de 1954 hasta enero de 1972, con una breve ausencia en el año 1966 cuando fue reemplazada por Sor Margarita García. Son cerca de 16 años y medio al frente de la Institución.

7. El retiro de Sor Hortensia de la rectoría de la Normal llevó a que las gentes de Be-

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lalcázar adelantaran manifestaciones de protesta y hasta una comisión se dirigiera a Bogotá para solicitar se suspendiera su traslado. “No la dejamos partir”, fue la consigna de los manifestantes.

8. Dos de los rectores aparecen graduados en la misma INENSEV: Sor Soledad Bedoya Urrego (quien presentó examen de validación en el año 1968) y Hugo Herney Puchicué Vargas (1994)

9. Sor Encarnación Jáuregui Pratts ha sido la única rectora que ha fallecido en el ejercicio de sus funciones. Ocurrió el 11 de noviembre de 1973 cuando viajaba a la ciudad de Bogotá a cumplir con funciones de su cargo.

10. Así mismo, dos han sido las docentes que han fallecido estando activas en la Institución: la psicóloga Paola Pillimué en 2012; y Mariela Embús Gómez en el año 2019.

11. Margarita Chávarro fue la única seglar que ejerció el cargo de directora de la Escuela Anexa a la Normal, que tuvo cerca de 18

religiosas vicentinas en la dirección.

12. La primera promoción de graduadas en la Normal fue en el año 1957, cuando 17 señoritas recibieron su título de MAESTRAS en el grado cuarto de bachillerato (actual noveno).

13. En 1963 sale la primera promoción del grado sexto (actual undécimo). 46 señoritas reciben el título de NORMALISTAS SUPERIORES. En esta promoción recibe su título la primera estudiante nasa: Elvia María Medina Jipiz, procedente del resguardo indígena de Togoima.

14. Hasta 1973, en la Normal solo estudiaron las damas; en 1974 se integran al grado noveno los varones que venían del Bachillerato Nocturno; y es el año 1975, siendo rectora Sor Lorenza Naranjo Vallejo, cuando se da la integración total.

15. En 79 promociones de bachilleres (incluidas las jornadas regular, fin de semana, nocturna y el programa con “énfasis en Convivencia Pacífica y Resolución de Conflictos”) la Normal ha graduado 3.644 estudiantes. El 72,94 por ciento son damas (2.658); y el 27,06 por ciento varones (986)

16. El libro de actas de graduación de la Normal se abre el 06 de noviembre de 1966 con el nombre de Teresa de Jesús Andrade Narváez (prom. 1957); y por ahora se cierra con el de Rogelio Yonda Tenebuel (prom. 2022)

17. En 66 promociones de bachilleres en la Normal se han graduado 3.027 estudiantes. El 74.79 por ciento son damas (2.264); y el 25.21 por ciento son varones (763).

ELVIA MARÍA MEDINA JIPIZ, primera estudiante nasa graduada en la Normal, posa aquí en compañía de sus padres / Foto Elvia Medina

18. El libro de actas del PFC se abre el 16 de noviembre de 2001 con el nombre de Diego Fernando Achipiz Velasco y por ahora se cierra con el de Leonel Octavio Yonda Pacho.

19. En 40 promociones del PFC se han graduado 563 estudiantes. El 71.76 por ciento son damas (404); y el 28.24 por ciento son varones (159).

20. De estas 40, cuatro han cursado sus estudios de manera semipresencial pues son docentes en ejercicio. De estos, 9 estudiantes realizaron sus estudios en la comunidad de Pedregal con horario especial, estudiando los fines de semana.

21. En cuatro promociones del Bachillerato

Nocturno (2012 – 2016) han recibido el título de BACHILLER ACADÉMICO

97 personas: el 66 por ciento damas (64); y el 34 por ciento, varones (33).

22. En ocho promociones de la jornada fin de semana (sabatino) han recibido el título de BACHILLER ACADÉMICO 287 personas: el 73,1 por ciento damas (210); y el 26,9 por ciento, varones (77).

23. Los primeros varones graduados en la Normal aparecen en la promoción No. 11 del año 1967: Carlos Noel Fierro Ramírez, Eduardo Gómez Castillo, Pedro Antonio Moreno Muñoz y Humberto Polanía Garzón, docentes en ejercicio quienes fueron autorizados a presentar exámenes de validación según el Decreto 1884 de 1967. Por este mismo sistema se graduaron varias hermanas vicentinas. En 1973, con la promoción 17, los profesores en ejercicio José Dolores Rivera Quintana (director de la Escuela Urbana de Varones de Belalcázar), Jorge Humberto Muñoz Muñoz y Orlando Serrano Pastrana, también reciben su título de MAESTRO – Normalista Superior.

GRADUADOS DEL PROGRAMA CON “ÉNFASIS EN CONVIVENCIA PACÍFICA Y RESOLLUCIÓN DE CONFLICTOS” / Foto Rafael Muse.

25. Las promociones donde menos estudiantes se han graduado son la 1ª. (1957) y la 8ª. (1964) cuando recibieron su título solamente 17 estudiantes; por su parte, la más numerosa es la No. 58 (2014) cuando recibieron el título 108 estudiantes.

26. En 1980 solo un varón, James Arbey Yasnó Gallego, recibe el título; en el 2014 (prom. 58) se da el mayor número de varones graduados: 50.

24. Pero es en la promoción No. 20, del año 1976, cuando se gradúan los primeros 11 varones que asisten diariamente a clases junto a las damas; varios de ellos venían del Bachillerato Nocturno donde cursaron hasta el grado noveno: Otoniel Achipiz, Hernando Alberto Arcos Muñoz, Ramiro Campo Ceballos, Luis Ignacio y Rodrigo Escobar Castañeda, José María Hurtado Penagos+, Lucilio Antonio Muñoz Muñoz+, Guillermo Arturo Muñoz Palomino,

27. El 16 de febrero de 1985 sale la primera promoción de MAESTROS BACHILLERES – Profesionalización docente. 29 maestros que llevaban ya varios años ejerciendo la docencia reciben su título luego de realizar sus estudios en la época de vacaciones.

28. En el 2004, mediante un convenio especial, 233 personas recibieron el título de “BACHILLERES ACADÉMICOS con énfasis en Convivencia Pacífica y Resolución de

Conflictos”; de ellos, 113 varones y 120 damas que estudiaban los fines de semana.

29. En 1968 la Normal recibe el “Premio Nacional de Misiones”, distinción que recibiría en otras ocasiones por ser la Institución que más recursos económicos recaudaba para esa noble causa de ayudar a los más necesitados.

30. El 15 de febrero de 1970 inicia labores el Bachillerato Nocturno Anexo a la Normal, idea de los profesores Hernando Arévalo, José Ignacio Chacón, Alberto Jaramillo, Julita Muñoz, Manuel Clodomiro Mota y Rubiela Bedoya, quienes laboran sin recibir ninguna bonificación. 29 fueron los estudiantes que iniciaron en el grado sexto.

31. La caldense María Luisa Londoño fue la primera estudiante en ganar el Reinado de las Misiones, que se organizó en el año 1967. Se realizaría por seis años consecutivos, hasta 1972.

32. Fabiola López López es la docente que durante más tiempo ha trabajado en la Normal. Ingresó el 7 de marzo de 1983; a la fecha lleva 40 años, dos meses; y se ha desempeñado en la básica primaria, básica secundaria, educación media, PFC y como coordinadora.

33. Por su parte, María Lidia Medina es la ad-

ministrativa que ha laborado más tiempo en la Institución. Ingresó en 1978 siendo rectora Sor Inés Vargas Durán. Ha trabajado durante 45 años consecutivos.

34. Rigoberto Embús Cuetocué fue el primer personero estudiantil. Elegido en el año 1995. A la fecha, la Normal ha tenido 29 personeros; solamente en el año 2020, por la pandemia, no hubo elección.

35. Darsy Karina Gugú Hurtado fue elegida como la primera contralora estudiantil en el año 2014. A la fecha, han sido elegidos nueve contralores.

36. En septiembre de 1976 se presentó la primera huelga de estudiantes normalistas al negarse a entrar a clases durante un día por la expulsión de uno de los alumnos.

37. Cinco de los últimos alcaldes de Páez e Inzá son egresados de la Normal: James Arbey Yasnó, Rogelio Hernando Vanegas, Hárold Mauricio Casas, Albeiro Gutiérrez y Geidy Xiomara Ortega.

38. La Normal inició en 1953 con 35 niñas internas; también las profesoras eran internas para ayudar en la atención y cuidado de las estudiantes; en el presenta año la Institución cuenta con 1.243 estudiantes y desde hace muchos años se suspendió el servicio de internado. 

SOLUCIÓN A LA TRIVIA

ANÁLISIS:

De 1 a 3 aciertos: Insuficiente: Conoces muy poco de la Normal. De pronto eres uno de los venezolanos que llegó hace poco a la región.

De 4 a 6: Básico: No te vendría mal leerte el folleto que editó para los 50 años la señora Edith.

De 7 a 9: Alto: Estás bien pero podrías aprender mucho más entrando a la página web de la Normal.

De 10 a 12: Excelente: ¡Felicitaciones! Pero, ¿no será que te sopló la señora Edith?

La poetisa del sentimiento

Dentro de la celebración del Día del Egresado, la INENSEV hará entrega de la Mención de Honor “Matilde Espinosa” a la poetisa paez, Nidia María Yasnó, oriunda del resguardo de Ricaurte y egresada de nuestra Institución en el año 1968. Es para nosotros un orgullo presentar algunos aspectos de su autobiografía.

Caucana, paez; nací en el caserío de Ricaurte, Páez. Mis padres Filemón Yasnó Medina y Ofelia González Gutiérrez. Mis primeros estudios los realicé en Cali en el Colegio de La Presentación, en La escuela de Tálaga y en la Anexa de Belalcázar, para posteriormente ingresar a la Normal Nacional de Señoritas “Margarita Nasseau” en donde se me confiere el título de Maestra Superior el 10 de diciembre de 1968.

Contraje matrimonio con Gerardo Gacharná y de esta unión tenemos tres hijos.

En la docencia desempeñé mis labores en las Escuelas de Wila, Tálaga y Tóez y con Educación Básica Secundaria en el desaparecido Internado Escolar Indígena de Tóez, hasta el seis de junio de 1994, que fuera evacuada como sobreviviente a la tragedia natural ocasionada por el terremo-

to y posterior avalancha del río Páez, reubicada con la comunidad de Tóez, en Caloto al norte del Cauca, Licenciada en Administración y Supervisión Educativa en el año de 1997 con la Universidad de La Sabana, Especialista en Artes y Folclor Colombiano de la Universidad del Bosque y posteriormente con la Universidad Los Libertadores Especialista en Didáctica del arte.

En marzo del año 2000, el destacado poeta Salomón Borrasca me abre las puertas de su Fundación con sede en Palmira y logro por primera vez participar en el lanzamiento del Libro “Poetas del Vino” en su versión quinta y sexta; participo en algunos eventos de poesía y la mayoría de mi producción está inédita. Ganadora del 2° concurso de Literatura Movimiento ambiental del Cauca. ”Los Guayacanes”. Mi seudónimo: Nydo. 

PROGRAMA CELEBRACIÓN 70 AÑOS

Mayo 3 - 4 y 5 de 2023

Hugo Herney Puchicué Vargas

Fabiola López López

José Bernardino Chávez Y.

Lida Margoth Jipiz

María Nibey Muñoz Ortega

Adela Vivas Pencue

Adriana Marcela Ruiz Jiménez.

Adriana María Gutiérrez C

Aida María Embús P.alomino

Alba Stella Pena

Ana Luz Melenje Bolaños

Asceneth Molina

Beatriz Petinz

Blanca Cecilia Muñoz Inseca

Carlos A. Artunduaga Caicedo

Carlos Javier Achipiz Chávez

Carol Viviana Castillo Peña

Celso Miguel Pino Joaquí

Cesar Hernán Olivar Muñoz

Cristian Arnoldo Iquinás V

Degma Patricia Montero Molina

Eduardo Andrés Valderrama V.

Edwin Alberto Guevara C.

Efraín Gutiérrez Gutiérrez

Emérita Inés Embús de T.

Emperatriz M. Pantoja Q.

2 0 2 3

Esperanza Pito Muñoz

Etna Ruth Achipiz Medina

Evelyn Cristina Pérez C.

Fabián Muñoz Uni

Florángela Gómez Medina

Francy Milena Velasco M.

Fredy Gómez Rivera

Jonatan Agredo Yepes

José Trinidad Contreras Ortiz

Juaquín María Collo Perdomo

Kerly Naryive Salazar Ceballos

Laura Cecilia Escobar C.

Ledy Dayana Cepeda Anacona

Leydy Jimena Ossa Lemus

Lida Aceneth Quina Pillimué

Lida Haydith Campo Ceballos

Lida Ximena Ordoñez Gómez

Liney Adriana Plazas Lozada

Luisa Hercilia Ossa Ossa

Luz Myriam Salazar Perdomo

Manuel José Escobar Castañeda

María Consuelo Ramírez C.

María Elena Quiguanás Quinto

María Lucrecia Peña Chúvila

Maricela Vivas Pencue

Mario Murillo Medina

Marjhori Stephanie Girón C.

Martha Vilma Fajardo Andrade

Melba Isabel Castaño Urbano

Nelcy Embús

Ninfa Muñoz Delgado

Nury Sofía Peña Isaza

Omar Antonio Rocha Pete

Paola Andrea Moreno Álvarez

Paula Andrea Reyes

Robert Mamián Quinayás

Robin Arbey Gómez Burbano

Rosa María Aragón Londoño

Sergio Alejandro Correa Nache

Sixto Antonio Chávez Ossa

Yulieth Catalina Sánchez C.

Zoraida María Yasnó Martínez

Alexánder Pérez Pardo

Darleyi Polanco Chávez

Gricelda Munoz Sáenz

José Dúlfer Valencia Lucumí

Kely Lorena Anacona Itas

Sandra Milena Valencia

Wilson Javier Quiñónez De J.

Ana María Muñoz Tulcán

Edith Adriana Chicangana Pino

Lisset Johanna Torres M.